Del libro, Silencio. Inédito.
Y
para nosotros aquí
este irse constante
estas tiras de la tarde que son
cúmulos de suspiros
alas de aves
sombras idas…idas
acaso ya no estamos, algo así, únicamente nuestro brillo tendido
sobre el abismo…algo entre, siempre entre…
y este sueño de tu música
será despertar luego, es así?
nuestra ofrenda acaso sea
estas construcciones de ideas
estos cantos que son nubes, nubes, míralas, ¿sí?,
son nubes
y no más
qué más podría ser, no es cierto?
Acaso
besar de tus tiras
nos ayude a más estar aquí,
mas salpica la injusticia y nos toca igual
y damos paso a la supervivencia
mas este no es el fin último donde lates
también algo vive, nuestro, así
un recuerdo quizá…una certeza
aquí miramos tus estrellas
y somos también todo el misterio que ofreces, no es cierto?
somos también tu música encendida?
El
hambre aquí es cierto y contundente
y el olor a muerte recorre los caminos
y qué inclinación silenciosa hila entonces tanta gracia y tanto espanto
los colores desplegados
sean a todos
a la flor íntima de todos?
Quién
o qué era entonces
que iba a dar con tu hebra delgadísima
quién o qué iba
al encuentro de un roce de tu velo tan fino,
fino de vida y de muerte
y de todo el movimiento mismo de la corriente
quién o qué se asomaba
al brillo posible de tu entonces halo, de tu halo siempre ido
quién o qué llegaba hasta ahí,
llegaba?
cierto sea que rozamos apenas tu misterio?
este irse constante
estas tiras de la tarde que son
cúmulos de suspiros
alas de aves
sombras idas…idas
acaso ya no estamos, algo así, únicamente nuestro brillo tendido
sobre el abismo…algo entre, siempre entre…
y este sueño de tu música
será despertar luego, es así?
nuestra ofrenda acaso sea
estas construcciones de ideas
estos cantos que son nubes, nubes, míralas, ¿sí?,
son nubes
y no más
qué más podría ser, no es cierto?
nos ayude a más estar aquí,
mas salpica la injusticia y nos toca igual
y damos paso a la supervivencia
mas este no es el fin último donde lates
también algo vive, nuestro, así
un recuerdo quizá…una certeza
aquí miramos tus estrellas
y somos también todo el misterio que ofreces, no es cierto?
somos también tu música encendida?
y el olor a muerte recorre los caminos
y qué inclinación silenciosa hila entonces tanta gracia y tanto espanto
los colores desplegados
sean a todos
a la flor íntima de todos?
que iba a dar con tu hebra delgadísima
quién o qué iba
al encuentro de un roce de tu velo tan fino,
fino de vida y de muerte
y de todo el movimiento mismo de la corriente
quién o qué se asomaba
al brillo posible de tu entonces halo, de tu halo siempre ido
quién o qué llegaba hasta ahí,
llegaba?
cierto sea que rozamos apenas tu misterio?
Nadie dice aquí: el pozo hondo,
la mano abierta,
la piedra sobre tu nombre.
Y
estas tardes en las que sueltas tu peso
qué
qué sobre estos espíritus
que apenas rebotan en la lluvia
y se abren del peso mismo
de tu profundidad
es que allá, dinos, es que allá
se lían hilos que aquí
son desgarros
abismos profundos
un sentir sin límites
en ese irse, irse sin remedio
qué, dinos,
qué ese peso que en algunas tardes dejas caer?
acaso te asigna alguna desesperanza?
Algo
tira allá en tu corriente
qué asalta allá, en esas nubes que corren?
la piedra sobre tu nombre.
qué
qué sobre estos espíritus
que apenas rebotan en la lluvia
y se abren del peso mismo
de tu profundidad
es que allá, dinos, es que allá
se lían hilos que aquí
son desgarros
abismos profundos
un sentir sin límites
en ese irse, irse sin remedio
qué, dinos,
qué ese peso que en algunas tardes dejas caer?
acaso te asigna alguna desesperanza?
qué asalta allá, en esas nubes que corren?
Comentarios
Publicar un comentario