De Hálito, poema 8

 Está corriendo por dentro
de los ojos
un río,
un imparable río tremendo
cuando veo tus pies y su andar suavísimo
sobre este campo florido.

Algo en mí se enciende,
algo palpita otra vez; yo,
que estaba en lo frío,
que tanto tiempo estuve en lo frío y en lo obscuro
hoy me prendo a este halo lunar
y paseo contigo por el jardín.

Allá abajo,
en los inmensurables estratos

duermen los ejércitos, sus huesos
impulsan ardor y laten con esta luna.

Se colma el aire de fétidas voces.

Brindan su perfume
las flores nocturnas.

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