Se excede el aire entre las luces de la tarde
y fuera acaso “se excede”
una manera de decir
 
yo no sé nada de la roca
y su calma frente a la lluvia y el rayo del sol
 
y eras acaso
una ternura que en el aire nos fuera
nos fuera dada a no olvidar
 
el peso del mundo que sobre el minuto mismo
 
escancia sin tregua
el peso de la sombra
el peso de la sombra lleva
el clamor de los años
el grito ahogado de la luz en los ojos
 
una extrañeza de este mundo
un asombro que persiste
 
no vengo aquí a beber tus aguas y saciar sólo mi sed
 
yo quiero decir una y otra vez
la luz de la tarde
 
y que sea siempre un nuevo decir la luz de la tarde
 
así el alba
que es siempre el alba nueva.
 
 
Fue un golpe de viento
el decir del mundo
fue siempre decir
el golpe de viento que dice el mundo
o una calma sonora que ronda
de silencio en silencio
entre nosotros
mientras hablamos de algunos temas del día
el pago de los servicios
lo cara que está la comida
y como si tirara desde allá
una mano delicada
y casi que absurda
tirara del tiempo que entre nosotros
entre las palabras que nos decimos
se acumula de olvidos
de restos de ausencias
de una música que persiste
casi que todo se vuelve infinito
entre silencio y silencio
 
todo este decir, créeme,
es una acumulación de ausencias.